Sentir que de tu cuerpo
salen alas y puedes volar más alto que cualquier pájaro.
Vivir con más emoción
la vida, cada hora, cada minuto y cada segundo.
Querer decir tantas
cosas en palabras, pero no poder expresarlas.
Que dormida también lo
sientes y que en cada minuto del día está presente.
Querer acordarte de su
olor, de su voz, de su rostro…
Gritar de emoción por
dentro, ya que por fuera debes hacerte la fuerte.
Sentir que quieres
llorar, sentir cosas y que tu corazón sea testigo.
Sentir que solo en
sueños puedes verlo y que cuando despiertes ya no lo tendrás.
Sonreír, cogerle la
mano, una oportunidad… eso tiene sentido.